Pocas cosas se complementan tan bien como un hatchback europeo y unos enormes, indecorosos y quizás indecentes ensanchamientos de carrocería. El Renault 5 Turbo original era un supermini recortado y remezclado, un hatchback icónico que corría en la categoría B de rally, donde y cuando todo era posible. El tren motriz transversal se sacó de debajo del capó y se trasplantó a la parte trasera, con una buena dosis de piezas de otros modelos Renault y Alpine, y una carrocería abultada.

El resultado podría haber sido un monstruo sacado de Frankenstein, pero en cambio este pequeño hatchback con motor central demostró ser un arma inteligente y eficiente para los deportes de motor, incluso frente al ascendente sistema de tracción integral del Audi Quattro. Y también, un modelo a seguir para la especie más exótica y atractiva de hatchback deportivo, con un tren motriz transversal en la parte trasera, como el posterior (y alocado) Renault Clio V6.

El nuevo Renault 5 Turbo 3E es deliciosamente similar a su antecesor de ejes anchos y muy diferente. Por un lado, el aspecto es perfecto. Renault mostró un concepto para un renacimiento similar del 5 Turbo en 2022 (abajo, con un fondo rosa), pero parecía más un 5 clásico al que se le había aplicado un importante cambio de imagen. Impresionante, claro, pero este Turbo 3E con intención de producirse es un modelo más serio y se basa en el Renault 5 EV que está actualmente a la venta en Europa. Definitivamente es retro, pero no de forma desagradable, y encaja perfectamente en el momento que estamos viviendo desde una perspectiva de diseño automotriz en el que un EV como este tiene todo el sentido. Como por ejemplo el Hyundai Ioniq 5 y el N Vision 74 inspirados en Giugiaro, e incluso el lenguaje de diseño Neue Klasse de BMW.