LA RESERVA DEL PATRÓN
MUSTANG 1979 PACECAR
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En el mundo del automovilismo, los coches de seguridad o Pacecars son esenciales para mantener la seguridad en la pista durante períodos de precaución. Pero, cuando hablamos de un Pacecar icónico, pocos se comparan al Mustang 1979, que lideró las legendarias 500 Millas de Indianápolis. Este es uno de los 10,000 Pacecars fabricados como homenaje a aquel evento histórico. Y no solo eso: este ejemplar cuenta con menos de mil millas originales. Yo soy Cabeto, y esto es El Garage de Pepino.
El evento automovilístico más prestigioso de Estados Unidos, las 500 Millas de Indianápolis, ha sido un escaparate de innovación y diseño durante más de un siglo. Ford ya había marcado un hito en 1964 cuando presentó el Mustang como el coche de seguridad en lugar del Galaxy Convertible, haciendo su debut mundial con un impacto sin precedentes.
Quince años después, en 1979, Ford volvió a posicionar al Mustang como el líder en el “Mayor Espectáculo de las Carreras”, ahora con el Foxbody de primera generación. Este modelo simbolizaba una nueva era para los pony cars, adaptándose a un mundo más global. Las ventas del Mustang ese año alcanzaron las 369,936 unidades, reflejando su éxito rotundo.
Aunque originalmente se fabricaron solo tres Pacecars oficiales para liderar la carrera, Ford decidió producir 10,478 réplicas para conmemorar el evento. Este Mustang es una de ellas, un verdadero sobreviviente en condiciones excepcionales. Con el 45º aniversario del modelo acercándose en 2024, este Pacecar representa una pieza invaluable de la historia automotriz.
El Mustang de 1979 marcó un cambio radical en diseño y concepto. Dejando atrás los adornos tradicionales de los Mustangs anteriores, el Foxbody adoptó un estilo más europeo, sobrio y moderno para su época. El esquema de pintura bicolor negro y gris pewter, junto con las calcomanías distintivas y el imponente alerón trasero, hicieron de este Pacecar un espectáculo visual.
Este ejemplar está equipado con el motor 2.3L Turbo Four, una variante modificada del motor del Pinto. Con 131 hp y 142 lb-pie de torque, ofrecía una experiencia de conducción emocionante gracias a una transmisión manual de cuatro velocidades y un diferencial de 3.45:1. Aunque no igualaba la potencia del V8 de 140 hp, el motor turbo era una innovación para la época, aunque también presentó desafíos de confiabilidad.
El paquete de rendimiento TRX, estándar en los Pacecars, incluía barras estabilizadoras delanteras y traseras junto con amortiguadores mejorados. Las ruedas métricas TRX de 390 mm, combinadas con neumáticos radiales Michelin P190/65R390, ofrecían un manejo avanzado para su época, aunque hoy son notoriamente difíciles de reemplazar.
El interior del Pacecar fue cuidadosamente diseñado para destacar. Contaba con asientos Recaro personalizados, cinturones de seguridad exclusivos con el logotipo de “Indy Replica” y una placa oficial conmemorativa en el tablero. Cada detalle evocaba la importancia histórica de este modelo en las 500 Millas de Indianápolis.
Conducir este Mustang del 79 es como viajar en el tiempo a una nueva era de manejo y diseño automotriz. Su suspensión McPherson en la parte delantera y su sistema de bobinas en la parte trasera ofrecían una experiencia ágil y controlada, a la altura de los estándares modernos de su época.
Este Pacecar no solo era un coche de exhibición; era una máquina pensada para el camino. Aunque el motor turbo no era perfecto, los ingenieros de Ford lo diseñaron para ofrecer una conducción divertida y emocionante, ideal para una nueva generación de entusiastas del automóvil.
El Mustang Pacecar 1979 no es solo un automóvil; es un pedazo de historia que marcó un punto de inflexión en el legado de Ford. Desde su diseño innovador hasta su papel protagónico en Indianápolis, este modelo representa lo mejor de una época que redefinió los estándares de los pony cars.
Es un recordatorio de que, a veces, la historia no solo se cuenta; se conduce.